La esclavitud directa es un pivote de nuestro industrialismo actual, lo mismo que las máquinas, el crédito, etc. Sin la esclavitud, no habría algodón, y sin algodón, no habría industria moderna. Es la esclavitud lo que ha dado valor a las colonias, son las colonias las que han creado el comercio mundial y el comercio mundial es la condición necesaria de la gran industria mecanizada. Los pueblos modernos sólo han sabido disfrazar la esclavitud en sus propios países e importarla al mundo nuevo. (Carta de Marx a Pavel Vasilievich del 28-12-1846). Esta carta, interesante por demás, refleja un hecho cierto, el conflicto que ha existido a lo largo de los siglos, que se traduce en la explotación del hombre por el hombre. Luego 117 años después M. Luther King pronuncia este célebre discurso el 28 de agosto de 1963: "Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas" Y es justamente 105 años después que otro hombre, aquí en Venezuela, Hugo Chávez Frías, con sus errores y aciertos, viene planteando con insistencia el cambio de un modelo productivo que sea más justo, igualitario, solidario y que definitivamente nos ayude a salir del foso de este sistema capitalista, perverso, egoísta, generador de guerras y conflictos de todo orden y que por supuesto no descansará hasta ver satisfechas sus apetencias en los países donde precisamente, tal como lo dijera Marx, lo que hacen es importar su absurda industria que sólo busca el máximo de beneficio para unos pocos, en detrimento del pueblo o de la mayoría. Por ello la confrontación y las guerras. Ahora ¿qué alternativas se pudieran avizorar frente a este conflicto? que observamos viene desde hace siglos y va de generación en generación. Sin duda alguna, sin temor a equivocarme, la solución es Jesucristo, Sí, así como lo está leyendo, el incomparable Jesús de Nazaret, el hijo del hombre, pero que a su vez se convirtió en el salvador, el redentor y sobre todo es el Hijo de Dios. En la Biblia encontramos las diferentes facetas y ejemplos de vida que él nos dejó como enseñanzas. Entonces ¿cuál debería ser el modelo económico-social y espiritual a seguir? Sin duda que es el diseño de Dios, representado por Jesucristo. En los diferentes libros escritos por los profetas, inspirados por Dios a través del Espíritu Santo, lo podemos ver: En Génesis, Jesús es la simiente de la mujer; en Éxodo, Jesús nuestro cordero y libertador. En Levítico, Jesús es el sacrificio perfecto. En Números, Jesús es la nube de día y el fuego por la noche. En Deuteronomio, Jesús es la Obediencia de la ley, En Josué, Jesús es el Capitán y salvador en las batallas de la vida. En Reyes y Crónicas, Jesús es nuestro Rey triunfante. En Nehemías, Jesús es nuestro restaurador. En Jeremías, Jesús es Misericordia, justicia y juicio. En Salmos, Jesús es nuestra adoración, nuestra canción y nuestro Pastor. En Proverbios, Jesús es nuestra sabiduría. Y continúa. (http://faular.blogspot.com) Sin lugar a dudas que hay una esperanza en medio de este mundo lleno de guerras, angustias y conflictos y por ello en medio de la tormenta está Jesús de Nazaret, porque sólo a través de él se pueden transformar vidas para poder ser sal de la tierra y lo demás será consecuencia de una vida diaria y abundante a través de su palabra. Muchos intelectuales, científicos y notables han venido haciendo un esfuerzo por construir un mundo mejor. No tengo duda que todos han contribuido, en su época, a aportar sus enseñanzas. Pero el verdadero conocimiento y la sabiduría vienen de Dios. Búsquenlo en espíritu y en verdad y usted comenzará a disfrutar de una nueva vida en Cristo Jesús. Oración: Padre celestial te doy gracias por tu infinito amor hacia la humanidad, te pido que perdones nuestras rebeliones, delitos y pecados, ten misericordia de nosotros y ayúdanos Señor, Ayuda al necesitado, al desamparado. Te pido Señor que envíes tu Santo Espíritu y pare esa guerra absurda en el Medio Oriente. Danos la fortaleza, la sabiduría e inteligencia, necesarias para construir un mundo más justo y vivir como hermanos, en el nombre de tu hijo amado Jesucristo. Amén y amén.